Marzo 20, 2001

Carta abierta al Congreso de la Unión, México

Por el reconocimiento de los derechos indígenas

Estimados amigos y amigas,

En el día de ayer, una carta abierta de 14 "premios Nobel alternativos" (Premio (Right Livelihood y Premio Golman) fue entregada al Congreso de la Unión, México, pidiendo el reconocimiento constitucional de los derechos y cultura indígenas, que está actualmente debatiendo el tema.

También fue reseñada en un extenso artículo del diario La Jornada, el 22/3/20001.

http://www.jornada.unam.mx/2001/mar01/010322/014n1pol.html

La carta pone el acento en el rol de los pueblos indios en la creación y conservación de la diversidad natural y cultural, así como apoya las demandas y resolutivos del III Congreso Nacional Indígena.

Invitamos a todos los que deseen a agregar su firma a esta carta. Estas serán luego entregadas al Congreso en México el 2 de Abril del 2001.

Pueden enviar su apoyo antes del 31 de Marzo a: action@rafi.org

Carta abierta al

H. Congreso de la Unión
Estados Unidos Mexicanos
PRESENTE

Asunto: Ley sobre Derechos y Cultura Indígenas

22 de Marzo 2001

Honorables Señores y Señoras Legisladores de México,

Los abajo firmantes, integrantes de diversas instituciones y organizaciones sociales y ecologistas del mundo, que hemos recibido los premios Goldman y Right Livelihood Award ("Premios Nobel Alternativos"), estamos siguiendo con atención el actual proceso de movilización social y discusión oficial sobre derechos indígenas en México.

En particular nos han llegado los recientes resolutivos del Congreso Nacional Indígena, realizado en Nurio, Michoacán del 2 al 4 de marzo del 2001, en el cual, más de 3000 delegados de 41 pueblos indios de México manifiestan varios puntos que consideramos de la mayor relevancia, tales como el reconocimiento constitucional de sus territorios y tierras, que en sus palabras es: "la totalidad de nuestro hábitat en donde reproducimos nuestra existencia material y espiritual como pueblos, para conservarlos íntegramente y mantener la tenencia comunal de nuestras tierras, pues solo así es posible preservar nuestra cohesión social, conservar las formas de trabajo gratuito y colectivo en beneficio de toda la comunidad y asegurar el patrimonio y el futuro de las próximas generaciones".

Así mismo vemos como significativo el rechazo a los mega-proyectos, como el plan Puebla- Panamá, y la exigencia a una moratoria a todos los proyectos de privatización del agua, exploración minera y proyectos de prospección biológica, así como a todas las actividades de "biopiratería" que se realizan en sus territorios, "hasta que los pueblos indios hayan discutido en su propio tiempo y condiciones los temas relativos al control de sus recursos."

Particularmente relevante, ya que encuadra a todas las demás, es la demanda central de aprobación de la propuesta de reforma constitucional elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación sobre Derechos y Cultura Indígena (llamada "Ley COCOPA"), emanada de los Acuerdos sobre los Derechos y Cultura Indígena firmados en febrero de 1996 por el gobierno y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en San Andrés Larráinzar con la participación de la mayoría de los pueblos indios de México.

Creemos que ustedes, como legisladores, están en una situación histórica única.

Como tal, está siendo seguida con la mayor atención por miles de personas, organizaciones e instituciones preocupadas por el medio ambiente, la sustentabilidad y los derechos indígenas y campesinos en todo el mundo, ya que los Acuerdos de San Andrés y la Ley COCOPA recogen demandas que posibilitan la realización de estos derechos y una gestión mejor y más sustentable del ambiente, abriendo el marco para hacer efectivos derechos básicos de los pueblos indios como la autodeterminación, el derecho a la lengua propia, el territorio y el control de sus recursos, entre otros.

A partir de nuestras actividades e investigaciones, sabemos que los indígenas y campesinos de todo el mundo han sido, a través de los siglos, los responsables de la creación y la conservación de la biodiversidad para el sustento, proveyendo a toda la humanidad de las bases de diversidad biológica cultivada que se ha transformado en medicinas, alimentos y abrigo. Esto ha sido un proceso sustentable y abierto, legado a toda la humanidad, que está intímimamente ligado a la diversidad cultural y al hecho de que los pueblos indígenas hayan podido practicar sus formas de vida y culturas políticas, económicas y sociales, indisolublemente unidas al acceso y manejo sustentable y autónomo de sus tierras, recursos y territorios.

Pese a estas invalorables contribuciones, la mayoría de los pueblos indígenas del mundo están en una situación de desplazamiento y marginación, que no sólo los coloca en situaciones de miseria sino también amenaza la continuidad de este proceso del que hoy en día todavía dependen directamente más de la cuarta parte de la población mundial e indirectamente todos sus habitantes. La erosión genética y ambiental es cada vez mayor y la erosión cultural que esta marginación ha significado es de tales dimensiones, que por primera vez en la historia de la humanidad, es posible que nuestra generación pierda más conocimiento del que es capaz de generar.

Profundamente movidos por estas preocupaciones, agradecemos a los pueblos indios de México el duro trabajo que con enormes sacrificios están llevando adelante, por el reconocimiento de sus derechos políticos, económicos y sociales, es decir, el derecho a vivir sus culturas, y de esta forma, seguir contribuyendo también a la conservación de las bases biológicas y culturales del planeta.

Creemos que el Congreso de la Unión de los Estados Unidos de México tiene ahora la oportunidad de corresponder positivamente a este amplio trabajo colectivo haciendo finalmente efectiva la firma del gobierno en 1996 hasta ahora incumplida- de introducir como reforma constitucional los Acuerdos de San Andrés, a través de la aprobación de la llamada "Ley COCOPA", estableciendo así un hecho pionero de la mayor importancia para todos los pueblos indios y no indios del planeta.

Ricardo Navarro
CESTA-El Salvador
Presidente, Amigos de la Tierra Internacional
Premio Goldman 1995
Premio Roll of Honor Global 500 de Naciones Unidas

Pat Roy Mooney
Executive Director
Rural Advancement Foundation International Canadá
Premio Right Livelihood Award 1985

Prof.Dr.Hans-Peter Duerr
Catedrático de Física de la Universidad de Munich
Presidente de la Asociación de Científicos de Alemania
Premio Nobel de la Paz 1995
Premio Right Livelihood 1987

Prof. Johan Galtung
Fundador del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz, Oslo, Noruega. Consultor de Naciones Unidas, en conflictos en Corea, Israel, Yugoslavia.
Premio Right Livelihood 1987

Medha Patkar
Narmada Bachao Andolan (Save Narmada Movement)
National Alliance of People's Movements, India
Premio Goldman 1992

Elías Díaz Peña
Sobrevivencia - Amigos de la Tierra de Paraguay
Premio Goldman 2000

Oscar Rivas
Sobrevivencia - Amigos de la Tierra de Paraguay
Premio Goldman 2000

Ossi Ron
Presidente, Campaign to Free Vanunu, Gran Bretaña.
Premio Right Livelihood Award 1987

Vandana Shiva
Research Foundation for Science Technology and Ecology, New Delhi, India
Right Livelihood Award 1993

Juan Pablo Orrego
Presidente Grupo de Acción por el Biobío
GABB - Chile
Premio Goldman 1997, Premio Right Livelihood Award 1998

Tapio Mattlar
Hartola, Finland
Finnish Village Action Movement
Premio Right Livelihood Award 1992

John Sinclair, Australia
Premio Goldman 1990

Mr Raymond Abin
Executive Director
Borneo Resources Institute Malaysia (BRIMAS)
Premio Goldman 1990

Food First/Institute for Food and Development Policy, Estados Unidos
Premio Right Livelihood Award 1987

Más información sobre los firmantes en:

http://www.rightlivelihood.se

http://www.goldmanprize.org

Más información sobre esta iniciativa, favor enviar un mensaje a action@etcgroup.org